Morfología, anatomía y fisiología dental
Es importante
destacar algunos aspectos fundamentales en la morfología y anatomofisiología de
los caballos, con el fin de comprender aspectos patológicos que se abarcarán
posteriormente. Como cualquier mamífero adulto, los equinos presentan cuatro
grupos de dientes conocidos como incisivos, caninos, premolares y molares, pero
distribuidos en forma diferente, en la dentición decidua y permanente, cuando
se comparan con el ser humano. Es importante destacar que algunos caballos
presentan un diente típico de la especie conocido como diente de lobo.
En la dentición
decidua, los incisivos centrales, medios y laterales erupcionan en el
nacimiento o a los pocos días. La erupción de los dientes deciduos y
permanentes, se puede emplear para estimar la edad de los caballos de hasta 5
años de edad, con un grado de exactitud confiable. La dentición decidua
contiene 6 incisivos superiores, 6 molares superiores, 6 incisivos inferiores y
6 molares inferiores.
En los
permanentes la fórmula dental está constituida por 36 o 44 dientes, de acuerdo
con la presencia y el número de caninos o premolares (dientes de lobo).A
diferencia de la nomenclatura dental humana, la equina regida por el Sistema
Triadan Modificado, usa 3 dígitos para identificar cada diente, abarcando desde
el 101, que corresponde al incisivo central derecho, hasta el 411, que
identifica el tercer molar inferior derecho.
Los caballos
muestran una característica morfológica conocida como infundíbulo, presente en
todos los incisivos, y señalada también como copa incisal. Esta estructura en
embudo tiene forma ovalada y una profundidad aproximada de 10 mm durante la
erupción inicial.
Las variaciones
en el aspecto de los incisivos también se deben a diferencias entre razas,
aspectos individuales, alimenticios, ambientales, tiempos de erupción, índices
de mineralización, profundidad del infundíbulo adamantino, cantidad de cemento
infundibuIar y presencia de ciertas conductas estereotipadas como morder el
pesebre y “aspirar el viento”.
Los dientes
caninos deciduos son estructuras vestigiales en forma de espiga de 0,5 a 1 cm
de longitud que no erupcionan. Son dientes simples (no contienen cemento
coronal ni pliegues de esmalte) cónicos y tienen una curva orientada en
dirección caudal.
Anatomía dental
del equino,http://asociacioncaballarlamatina.wordpress.com/
Los equinos,
según su dentición, son clasificados como difiodontos, ya que tienen dos juegos
dentales, los temporales o de leche que solo incluyen incisivos y premolares, y
dientes permanentes que son secundarios o adultos (Dixon, 2002).
Como mamíferos
tienen cuatro grupos de dientes: incisivos, caninos, premolares (PM) y molares
(M) desde una vista rostro-caudal; estos dos últimos son confundidos con facilidad
ya que morfológicamente son casi idénticos y su función principal es triturar
el alimento, por tanto, en muchos casos los premolares y molares se conocen
como "dientes de la mejilla" (Baker y Easley, 2005; Pence, 2002).
Cada grupo de dientes
tiene ciertas características morfológicas y, por ende, tienen una función que
los caracteriza. Los incisivos son específicos para la aprehensión y el corte
de los alimentos, los caninos son empleados en caso de defensa o ataque, y los
premolares y molares actúan como molinos para triturar lo que el equino ha
ingerido (Baker y Easley, 2005).
Figura 1.- Cráneo del equino
Figura 2.- Incisivos del equino
Los dientes
tienen componentes básicos que indican su estado, y que constituyen la
estructura anatómica que los mantiene funcionales, entre estos se encuentra el
cemento dental que cubre la superficie externa del diente antes de la erupción
y llena el infundíbulo de incisivos y molares. No tiene suministro de sangre
después de la erupción y sirve para rellenar irregularidades de la superficie y
proteger el esmalte (Pence, 2002).
El esmalte es
una sustancia inerte, no un tejido vivo, y por tanto no puede reproducirse o
repararse a sí mismo. Este protege y permite que los bordes expuestos no actúen
como autocortantes (Pence, 2002).
La pulpa es un
tejido irrigado e inervado que alimenta a la dentina y da capacidades
sensoriales al diente, esto es muy importante ya que cuando hay irritación o
alteración dental la pulpa aumenta la producción de dentina para proteger el
área afectada (figura 4) (Pence, 2002).
Figura 3.-
Vista longitudinal de un diente maxilar de un equino joven
Figura 4.- Estructura de un incisivo permanente y sus
cambios de rasamiento a través del tiempo
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